Cambiar el cuento

Lo que no se nombra no existe y lo que se nombra nos ayuda a construir nuevas realidades.

Hace más de 5000 años que vivimos en un sistema cultural e ideológico en el que se promulga la jerarquización y distinta valoración de las cualidades esenciales de la vida.

Se llama patriarcado, es la cultura del poder, la expoliación y la apropiación.

El patriarcado menosprecia e infravalora las cualidades femeninas.  Dice que la naturaleza es impredecible, peligrosa y hay que controlarla.

El cuerpo malo.

El sexo es malo.

La sensibilidad es mala o es expresión de debilidad.

Se nos enseña a estar quietas, calladas y atentas, a pensarlo todo, a razonarlo todo.  El patriarcado dice que la razón es mejor y está por encima de los sentimientos.   Para mantener el control domestica el cuerpo y la respiración, limitándola. También limita tu movimiento y espontaneidad.  Así es, con toda esta tensión,   que la razón controlar los  impulsos de la vida (emociones y sexualidad). Lo hace negando y reprimiendo.

El patriarcado interpreta la vida como una línea recta y trata de ocultar por todos los medios la experiencia de la curva, de la onda y la espiral que nos trae el placer y la alegría de vivir.  Lo cambia por diversión, que es un sucedáneo del placer.

El patriarcado pone en valor las cualidades masculinas y desvaloriza la femeninas.  Ojo, masculino no es sinónimo de hombre así como femenino no es sinónimo de mujer.

Interviene en el deseo de todos los seres humanos, hombres y mujeres, coartando los sentimientos, la sensibilidad, la conexión con el cuerpo y con las emociones.

Hizo de la sexualidad un hecho “falocéntrico” donde todo acto sexual gira en torno a la genitalidad, al coito y niega toda la sexualidad no genital.

Está tan normalizado que no basta estudiarlo, conocerlo mentalmente a fondo.  Está metido en el subconsciente y alcanza los ámbitos esenciales de las relaciones.  Con nosotras mismas, entre nosotras y con los/as demás.

El patriarcado alimenta el mito del amor romántico y el cuento del príncipe azul.  Ese del caballero que mata al dragón, una historia donde se representa la aniquilación de la fuerza femenina salvaje y se transforma en supuesta liberación.  La Doncella se casa con el Caballero que mata al dragón.  Y la realidad es que el príncipe no salva a la princesa, la esclaviza.

El dragón y la serpiente son símbolos muy antiguos de la sexualidad y el poder femenino.

El patriarcado existe y no es un sujeto al que culpar,  es la escena completa, es un acuerdo socio-cultural que incluye creencias, dogmas, actos, que se reproduce así mismo a través de sus mitos – ritos y arquetipos, que hay que identificar para transformarlo.  Es un sistema vivo, que evoluciona, los mitos se adaptan a la cultura y al tiempo histórico para permanecer.

Este sistema socio cultural tiene múltiples efectos en mujeres y hombre .  Disciplina el cuerpo y la sexualidad, porque la política del capital se basa en el control de la reproducción de la vida.

Según va pasando el tiempo y vamos creciendo, el mantra de infravaloración de lo femenino nos hace creer que nuestra sexualidad es mala, que el deseo viene de afuera, que es la mirada externa la que nos da nuestro sitio, que es normal que te enfades o te pongas triste antes de sangrar, que menstruar duele, que parir duele.

Vamos integrando creencias que nos hacen desvalorizar nuestro cuerpo y su potencial erótico, su potencial creativo. Su potencial para el placer.

Y el placer es el principio fundamental de la vida creativa.

El placer nos permite auto regularnos y desarrollarnos siguiendo los impulsos verdaderos del cuerpo, del corazón.

Venimos del deseo y la energía sexual es la energía primordial.

El placer es la experiencia práctica sobre la que se sustenta el Amor.

La libertad, es la base del placer y el gozo.

Libertad de movimiento y acción, es la libertad externa.

También necesitas la libertad interna de un cuerpo fluido, sin tensión física, sin miedo automatizado. Respirando libremente, sin inhibiciones. Desde ahí surge la espontaneidad y se abre la puerta a la auto expresión de tu Ser más genuino.

Nombrar que el patriarcado existe es importante y necesario para tomar conciencia, ponerle nombre para poder identificarlo y actuar en consecuencia.   Este sistema es el origen de nuestro malestar y perdida de sentido.
Los mandatos del patriarcado están en el cuerpo, porque la cultura se hace biología.

Y con todo el placer nos toca sacar los mandatos, las mentiras del cuerpo para que se desvele la Esencia, que siempre fue, que siempre estuvo.

Mereces el placer.
Mereces realizarte.

Se puede cambiar el cuento.  Recordar el poder femenino opacado, un poder que no es poder sobre, sino PODER PARA.

Que es orgánico, cíclico y natural.

La Consciencia Corporal Femenina te propone cultivar la habilidad de estar plenamente presente.  De una manera activa, orgánica, experimental.  Con prácticas que modifican el automático de tensión para dar espacio a la presencia auténtica.  El camino es volver al cuerpo,  eliminar tensiones, revitalizarlo, aplacar la mente parlanchina y repetitiva, dar espacio a todas las emociones,  elevar la energía y empieza a suceder, sin buscarlo, que te sientes vital y llena de sentido, conectada con la alegría de vivir.

Y pasa que son los impulsos de tú corazón los que llevan el timón de tú vida.

Es un camino práctico hacia la integridad y la coherencia.

Si estás decidida a cambiar el cuento, si quieres recordar y encarnar tu Esencia, te acompaño.

Juntas, llegamos muy lejos.

A finales de octubre empieza la undécima edición de Cuerpo Maestro, te dejo el enlace por si quieres unirte, quedan las últimísimas plazas.
Si no puedes asistir a encuentros presenciales, puedes unirte a alguno de los programas on Line, Mamíferas, EscuchArte, Hechicera o Evolution.  Puedes consultar en la web el programa de Mamíferas.
Los demás programas, estarán en la web en breve, mientras se publican puedes preguntarme directamente.
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La imagen que ilustra este post es de Paolo Uccello,  se llama “San Jorge y el dragón”.
Es un temple sobre tabla, pintado hacía 1456
Creo que haré otro post sobre su simbología, ¿qué os parece?

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