La Matriz. Segunda parte.

En la anterior entrada sobre la matriz os conté que late como un corazón, que está íntimamente conectada al sistema nervioso y a las emociones.

Hoy volvemos a hablar de la matriz. Hay mucho que contar y es muy importante que la nombremos, que sigamos hablando cada vez más de ella para integrarla en la consciencia corporal, para recomponer el cuerpo despiezado y recuperar lo negado.  Lo que no se nombra no existe.

Hay dos palabras que se usan para hablar de lo mismo.  Matriz o Útero.

Matriz significa molde que genera, es la entidad u organización principal generadora de otras.  La palabra útero es una palabra científica que comienza a utilizarse con la intervención de la medicina en los procesos vitales y sexuales femeninos.  Sólo designa la función de recipiente, el útero no crea, solo contiene.  Saca de nuestro cuerpo la capacidad creadora.

Me gusta más hablar de matriz que de útero.  Aunque ambas palabras hablan del mismo órgano, cada una pone un valor distinto en su significado.

Al usar el término matriz nos apropiamos de nuevo de la capacidad creadora femenina.  Tu matriz está llena de misterios y virtudes que descubrirá si comienzas a sentirla, a cuidarla, a amarla.  Entonces, te contará los secretos más profundos de ti misma y de tu potencial como mujer.

Está compuesta por 3 capas musculares.  Es el músculo más flexible del cuerpo humano, además del más fuerte y elástico.  Puede estar relajada o tensa y según ésto será placentera o dolorosa la experiencia  de la menstruación, la maternidad o en las relaciones sexuales.

Tiene una gran cantidad de terminaciones nerviosas relacionadas a las emociones.  Por esto nos ponemos más sensibles antes de la menstruación, en el embarazo e incluso durante el sexo. Es por esto también que nuestra vida emocional afecta a nuestro ciclo.  Un impacto emocional puede hacer que el sangrado se altere, se adelante o se pare.

Además de hablar de ella y sobre ella, para incorporar la matriz, trompas y ovarios en tu mapa de conciencia corporal es muy importante visualizar imágenes que los representen, también dibujar como los sientes. Busca ilustraciones de la matriz.  Las mujeres antiguas la representaban como la imagen de la cabeza de un toro, como medusas vibrantes o sapos.  En esas representaciones antiguas casi siempre se hace alusión a su pulsión y movimiento con ondas y espirales.  Esas ondas representan los caminos del placer.

Representaciones antiguas de la matriz y del placer femenino.

Centro Vital en la Mujer.

El Centro de la vida en el cuerpo humano está situado a dos dedos por debajo del ombligo. Los Taoista lo llaman Hara.  En el cuerpo de la mujer, mas profundamente está la matriz. Que además de su papel fundamental en la reproducción y la sexualidad,  tiene cualidades perceptivas.  Procesa información que no pasa por el filtro de la racionalidad, se puede llamar intuición, aunque tiene matices distintos a la intuición que procede del corazón.

Es sabiduría.

Está absolutamente conectado con los ritmos de la luna y la naturaleza.  Los reproduce.  Dentro de ella existe la misma energía Creadora del Universo.

Esta diseñada para realizar todas sus funciones con un placer extremo.  Pulsa y late.  Tiene una potente emisión energética.

Alberga el potencial de gestar una vida humana en su interior.  Nuestra biología tiene diseñado inteligentemente todo el proceso.  No sólo gestamos vidas humanas, desde este centro surgen proyectos y creaciones de la más diversa índole.  La energía femenina es la que dota de materia a las ideas, da cuerpo a lo que  primero es intangible.

Toda la alquimia que la sexualidad nos aporta viene de la conexión con nuestra matriz, de la unión consciente de la matiz y el corazón.

En nuestra matriz portamos toda la información sobre nuestras relaciones.  Imagínala como un bolso, cómo el que te cuelgas del hombro cada vez que sales de casa.  Es un bolso interno en el que llevamos las memorias y huellas de todas nuestras relaciones.  También las de las mujeres de nuestro linaje.

El gran tabú sobre nuestro cuerpo es una trampa que nos hace dependientes y manipulables.  Si dejamos de sentirnos, perdemos la conexión con la energía creadora e inagotable que tenemos.  No hay muchos libros que hablen acerca de las funciones energéticas de la matriz.  La buena noticia es que tenemos matriz.  Confía en la inteligencia natural que hace funcionar tu cuerpo, obsérvate.  Empieza a prestarle atención a que tu matriz emite energía.

Conectar con el Cuerpo para liberar la Matriz.

Para recuperar el pulso del vientre necesitamos volver a sentir el cuerpo y conocernos en profundidad.  El cuerpo sabe, el cuerpo habla.  En él queda registrada nuestra historia personal.  Es la expresión de nuestra existencia.  Cuenta todo lo que nos pasó y nunca miente.

La consciencia corporal te permite liberar el cuerpo y vivir en el presente, sintiendo y entendiendo sus mensajes.  Entras en contacto con los ritmos cíclicos de tu corporalidad lo que te permitirá cooperar con cada fase.

Liberar el pulso de la matriz te devolverá una sexualidad plena, conectada con tu deseo genuino.  Se esfumaran las molestias menstruales y accederás a la sabiduría que portas.

Vivir con los pies en la Tierra.

Estar ancladas a la Tierra, enraizadas, sintiendo nuestros pies sobre el suelo es sinónimo de estar conectada con el cuerpo.  Irremediablemente nos lleva a sentirnos.   Las piernas son el sostén, los cimientos.  Sobre ellas descansa la pelvis que como una campana invertida es la cuna en la que se mecen la matriz y los otros órganos vitales.  La pelvis es el asiento de la vida.

La cadera pierde movilidad y capacidad de articularse cuando las rodillas están tensas, cuando no sentimos el suelo bajo nuestros pies.  Las tensiones van en cadena y cada articulación bloqueada es una «frontera cerrada» por la que no pasa la energía.  Entonces dejamos de sentir el cuerpo, toda la atención está en la mente.  Estamos todo el rato pensando, caminando en automático por la vida.

Fortaleciendo las piernas y dando movilidad a la cadera tendremos el espacio necesario para permitir el movimiento y la pulsión de la matriz.  Cuando la pelvis queda libre y con toda su capacidad de movimiento, la matriz encuentra el espacio necesario para pulsar.

La conexión contigo misma te traerá todas las respuestas.

Ahora te invito a conectar con la respiración.  Observa el flujo de aire que entra y el aire que sale.  No trates de cambiarla, sólo observa.  Sucede sola.  Inhala por la nariz, exhala por la boca.

Lleva tus manos al vientre.  Con tu intención y capacidad de visualización, dirige la inhalación a la matriz, ella inhala y también desde ahí exhalas.  Mantente unos minutos así.

Observa, como se calienta y revitaliza la zona, cómo sube la energía.

Si quieres seguir profundizando y pasar de la teoría a la practica puede interesarte Cuerpo Maestro.  Nos encontramos en círculo de mujeres para recuperar la conciencia de la matriz y su latido. Devolviéndole su movilidad y su energía.
Abriendo los caminos a la alegría de vivir y a la feminidad radiante.

 

Collage de representaciones antiguas de la matriz extraído del trabajo de Casilda Rodrigañez Bustos.http://sites.google.com/site/casildarodriganez/

El trabajo de Casilda es una inspiración permanente.

 

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