Michel Odent en el Centro Nagual

«Para cambiar el mundo es preciso cambiar la manera de nacer»

El 29 de octubre se ha celebrado un seminario de Doulas en el Centro Nagual con la presencia de  Michel Odent .   Se le asocia a los movimientos de partos en casa, invitado habitual de congresos sobre nacimientos humanizados y respetados. Michel Odent realiza investigaciones científicas que nos aportan nuevos descubrimientos acerca de las necesidades de una mujer de parto, del rol del bebé en el nacimiento, investigaciones epidemiológicas sobre la relación entre como nacemos y los adultos que seremos, de las condiciones para que se produzca un parto fisiológico, el papel de la Doula  o acerca de las consecuencias de la medicalización e intervencionismo en el parto.

La trascendencia de los resultados de sus investigaciones llegan principalmente a grupos pro partos naturales y, según la opinión del propio Michel Odent, no son del todo entendidos.  Resaltó en varios momentos el marcado condicionamiento social imperante con respecto al parto, y de cómo este condicionamiento y las creencias que manejamos impiden que se desarrolle como el proceso fisiológico e involuntario que es, que se cuiden las necesidades de la mujer que está pariendo y las del bebé que nace.   Esto nos pone cómo civilización ante un abismo, y la toma de conciencia acerca de los últimos descubrimientos científicos es la única forma de salir de él.

«No estamos limitados por el conocimiento.  Nuestra dificultad es asimilar los conocimientos saliéndonos del condicionamiento cultural»

Estudios antropológicos muestran como todas las culturas intervienen y ritualizan los nacimientos.  Cada una con un rito adaptado a su cultura, pero todas interrumpiendo y neutralizando el instinto maternal protector y agresivo de la mujer. ¿Cómo se hace? pues fundamentalmente separando a la mamá y al bebé tras el nacimiento, basándose en creencias socialmente compartidas, como por ejemplo aquella que dice que el calostro es negativo para el recién nacido, o que la mujer necesita descansar.  Hace 50 años nadie entendía la importancia de no separar a la madre del bebé y a casi ninguna mujer se le ocurría pedir que su hija-o estuviera con ella.  Cargamos miles de años de condicionamiento cultural, distintas formas de intervenir y todas con el mismo efecto.  ¿Qué consecuencias tiene esto a nivel de civilización?

Sobre el parto destacó el hecho de ser un acontecimiento sexual,  y en todo acto sexual hay dos actores, en este caso la mamá y el bebé.  El  bebé es quien inicia el parto, cuando sus pulmones están maduros secreta hormonas que dan el pistoletazo de salida,  el sistema límbico de la mamá empieza a secretar oxitocina y se inician las primeras contracciones uterinas.   Es además un proceso involuntario, que está bajo el control del hipotálamo y la hipófisis.  Cómo tal, no podemos ayudar un proceso involuntario, sino identificar las situaciones que lo pueden inhibir y protegerlo.

Aquí llegamos a las  necesidades de la mujer de parto,   que fundamentalmente consiste en poder desconectar de la actividad racional, en que el neocortex no esté activo.  La fisiología lo tiene previsto y el cóctel hormonal que se produce durante el proceso de dar a luz  nos desconecta de la actividad racional.  Para proteger el proceso y conseguir la menor actividad de esta zona del cerebro se precisa silencio, pues todo acto lingüístico activaría el pensamiento y el neocortex. La penumbra, ya que la luz inhibe la producción de melatonina y nos activa.  No sentirse observada, y sentirse segura. La sensación de seguridad de la madre es mas importante que si pare en casa o en el hospital. Las necesidades del bebé que nace son  las mismas que las de la mamá, no podemos separar lo que le pasa a uno y al otro.  

La primera hora después de nacer es de vital importancia para establecer el vínculo y la lactancia, para el desarrollo de la capacidad de amar, pero no como abstracción poética y sublimada, sino biológicamente, ahí está la matriz de la biología del amor. ¿Qué va a pasar dentro de varias generaciones al hacer inútiles las hormonas del amor? Estas hormonas son la oxitocina natural que después del parto llega en la mujer al pico mas alto de su vida,  las endorfinas, como respuesta fisiológica que mitiga el dolor, o la prolactina, hormona del cuidado mutuo.

«Cuando el proceso del nacimiento se vea como un período de suma importancia en el desarrollo de la capacidad de amar, ocurrirá la revolución en nuestra visión de la violencia»

Su visión de las doulas es la de mujeres que favorecen y protegen la fisiología del parto.  Crean las condiciones para que se produzca el verdadero Reflejo de Eyección del Feto.  La doula ha desarrollado el arte de proteger a la mujer que da a Luz. Michel Odent colabora estrechamente con Liliana Lammers, atendiendo partos, dando conferencias y formando Doulas.