Éste post está especialmente dedicado a las mujeres que han comenzado a observar los cambios internos que le suceden según el momento del ciclo menstrual en el que se encuentren.
Para aquellas que llevan un registro de los matices de sus días en un diagrama lunar.
Hablamos hoy sobre ese momentazo que llega más o menos un mes después de empezar a registrar, un mes observando las fases de la luna y te das cuenta de que no sangras en la luna nueva, ni en la luna llena!!!
Entonces puede que sientas cierto desconcierto, algo así como: “oh!! que pasa aquí?? no entiendo nada?? puede ser que a mi me pase algo?? no soy normal?”. Pasa que leíste un libro que dice que las mujeres somos cíclicas y que el sangrado se corresponde con la luna nueva.
Así qué creemos que tiene que ser así, que si la luna nueva es la que habla de la parada del invierno, del arquetipo de la Sabia, deberías estar sangrando. No, No es necesariamente así.
El momento de tu sangrado te está hablando de cómo estás tú. No eres una teoría, así que no “ tienes que” sangrar en ningún momento determinado, ni es mejor un momento que otro.
Eso si, cuando sucede nos da pistas de nuestro proceso y que puertas se abren.
Las fases de la luna y las estaciones de la tierra, nos ayudan a comprender que pasamos por distintas fases a lo largo de un ciclo. Que cada fase tiene un patrón de energía. Un potencial.
A la vez la luna y las estaciones de la tierra tienen una influencia en nuestra propia energía.
Sea en la fase lunar que sea en la que sangres, tu energía se irá hacia dentro.
Puedes estar sincronizada con la luna y sangrar en luna nueva, o no. Lo importante es darte cuenta de tu patrón y empezar a descifrar que te está contando sobre ti misma.
Podemos encontrar sentido en todo lo que sucede.
Tenemos el mapa, con él en la mano, nos vamos a explorar el territorio.
El territorio eres tu, el territorio es tu cuerpo. Es la forma única en la que se expresa el patrón cíclico en ti.
Llevar un registro de tus días para descubrir tu patrón único te va a proporcionar una visión global, y podrás cooperar con el potencia de cada fase.
Irás incorporando la conciencia de que eres cíclica y de que cada estadio tiene manifestaciones y necesidades distintas.
Sigue anotando en el diagrama, hacen falta al menos dos meses de registro para empezar a percibir las diferentes tendencias de tu energía.
Una vez te conozcas, no te pillarán desprevenida los distintos estados por los que pasas a lo largo de un mes. Empezarás a encarnar con conciencia la experiencia vital que te propone tu cuerpo de mujer.
La luna es cíclica, la tierra es cíclica y tu cuerpo es cíclico, cada mes reproduciendo los ritmos de la naturaleza.
Eres única.
Eres naturaleza, alegría, gozo y creatividad.